Óscar López-Fonseca/Paticia Ortega Dolz
En noviembre de 2016 eran 186 los desplazados a Siria e Irak; hoy son 222.
Un yihadista delante de la bandera del Estado Islámico (ISIS) REUTERS
Las derrotas militares en Siria e Irak del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) no le han restado capacidad de reclutamiento. En el último año, las fuerzas de seguridad del Estado han detectado a 36 nuevos yihadistas españolesque salieron del país que se han desplazado a zonas de conflicto para unirse al grupo terrorista. De los 186 que Interior tenía contabilizados en noviembre de 2016 se ha pasado, en un año, a 222. Esta última cifra aparece recogida en la respuesta que el Gobierno ha remitido recientemente al senador Jon Iñarritu, de EH Bildu, y a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
En este documento, el Ministerio del Interior asegura tener constancia de que 199 hombres y 23 mujeres “están participando en Siria e Irak en actividades yihadistas”. Se trata tanto de españoles como de individuos de otras nacionalidades —principalmente marroquíes— que residían en España.
De todos ellos, los servicios antiterroristas tienen constancia de que iniciaron el desplazamiento a otro país para integrarse en grupos terroristas, aunque en algunos casos, aclara la citada información, “fueron detenidos durante el trayecto sin lograr su objetivo”. Unos van y otros vuelven. Según la misma respuesta del Gobierno, se tiene constancia del regreso de 34 yihadistas que en su momento habían salido de España, y además hay “pruebas o indicios” del fallecimiento de otros 47 de esos desplazados, muchos en ataques suicidas.
De los retornados, el documento resalta que 13 se encuentran en prisión —ocho en cárceles españolas y los cinco restantes en otros países— y que los 21 restantes están en libertad. De estos últimos, 14 residen actualmente en España. Según fuentes policiales, muchos de estos son mujeres y también hay menores de edad.
Los retornados son una de las principales preocupaciones de los expertos antiterroristas. Tras la derrota del ISIS en Siria e Irak, estas mismas fuentes auguran que su número se puede incrementar de manera considerable en toda Europa. “Por un lado tienen experiencia en el manejo de armas y explosivos; por otro, son vistos como héroes, lo que les convierte en poderosos instrumentos de radicalización”, señalan.
También alertan sobre los terroristas “frustrados”, que no lograron alcanzar los territorios controlados por yihadistas y que, desesperados, podrían intentar cometer atentados en sus lugares de residencia.
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