AFP
David Korn-Brzoza explora en un documental la mecánica de adhesión orquestada por los nazis.
Fotograma del documental sobre las Juventudes Hitlerianas
«Eran jóvenes a los que prometieron un sueño y lo que vivieron fue una pesadilla». A partir de testimonios de diez alemanes enrolados durante su infancia en las Juventudes Hitlerianas, el documentalista David Korn-Brzoza explora la espantosa mecánica de «adoctrinamiento» orquestada por el III Reich.
El documental, entrelazado con imágenes de archivo excepcionales, será difundido en Suiza este domingo y el martes en Francia, tras haberlo hecho recientemente en Bélgica.
«Hoy, en Alemania, todos los viejos han potencialmente sido alistados en las Juventudes Hitlerianas», subraya David Korn-Brzoza durante la presentación de la grabación «Juventudes hitlerianas: el adoctrinamiento de una nación», de una hora y 47 minutos de duración, fruto de dos años de minuciosa investigación.
Después de muchos meses de búsqueda con sus equipos, el documentalista francés logró encontrar e interrogar a 17 veteranos de las Juventudes Hitlerianas.
Era un reto. Buscaba hombres nacidos entre 1925 y 1930, para dar un testimonio coherente y que respondieran a unos estrictos criterios: «Que se acordaran, que tuvieran algo interesante que contar, que hubieran reflexionado sobre su propia historia y pudieran verbalizar su experiencia y, por supuesto, que aceptaran participar», explica el autor de los documentales «La caída del Reich» (2015) y «Después de Hitler» (2016).
Algunos eran conocidos, como Solomon Perel, autor de una autobiografía adaptada al cine en «Europa Europa» por Agnieszka Holland en 1990.
El documentalista grabó entre cuatro y cinco horas de conversación con cada uno, con sus recuerdos, que constituyen un importante testimonio que podría donarse a un archivo. Solo diez de los entrevistados integran el documental.
«Cuando nos contaban su fascinación por Hitler, por el III Reich (...) es diferente de lo que se encuentra en un libro de Historia», subraya.
Al seguir el curso de estas historias particulares, «se entiende por qué ocurrieron», valora el cineasta, que subraya que «la Historia está hecha de pequeñas historias».
Paralelismo con los jóvenes yihadistas
Sus testimonios recuerdan a «los jóvenes atrapados por el islamismo radical» de nuestra época, observa. «Y el documental es de actualidad porque precisamente fueron jóvenes que no pedían nada, a los que se les prometió un sueño y lo que tuvieron fue una pesadilla».
Los recuerdos de los jóvenes hitlerianos se entrelazan con archivos de una calidad excepcional. La mayor parte de las imágenes se recogieron en Alemania, donde la propaganda sobre las juventudes hitlerianas abundaba. «Era el escaparate del régimen nazi», recuerda.
Se necesitaron cientos de horas de visionado para dar en mitad de una bobina con la pequeña imagen de un adolescente en un combate, filmado con un arma en la mano. «Necesitábamos encontrar la pepita, a veces casi subliminal, y de repente, descubrimos la cara de un muchacho detrás de un tanque, que debía de tener 15 años y que estaba en Berlín», describe.
Para presentar mejor estos testimonios, los archivos han sido coloreados. Según David Korn-Brzoza, ha sido «otro desafío» ilustrar los desfiles de centenares o miles de jóvenes, provistos de banderas de las SS agitadas en todas las direcciones. «Hemos batido récords en cuanto a calidad de coloreado», bromea.
Los archivos, en blanco y negro y mudos en su versión original, también han sido sonorizados. El realizador confió la narración una vez más al actor Vincent Lindon, como en «Después de Hitler».
Aunque también fueron reclutadas en las Juventudes hitlerianas, las niñas apenas aparecen en el documental. «No combatieron y se quedaron en la retaguardia, donde el Reich las destinó a otras funciones», declara el documentalista. «Obtuvimos el testimonio de cuatro mujeres pero al compararlas con la fuerza del relato de los hombres, aportaban otra cosa. Otra historia».
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