jueves, 22 de febrero de 2018

Las saudíes podrán establecer sus negocios sin necesidad del permiso de su tutor varón

EL MUNDO INTERNACIONAL
Francisco Carrión

Mujeres saudíes en el festival de Al- Janadria, cerca de la ciudad de Riad, en Arabia Saudí. AMEL PAINEFE

Las saudíes han quebrado un nuevo veto. A partir de ahora las mujeres del ultraconservador reino no necesitarán el permiso del tutor varón para establecer su empresa e iniciar su propio negocio en mitad de unas reformas que les permitirán conducir el próximo junio.
"Ya no se necesita la autorización del tutor. Las mujeres saudíes son libres de comenzar su actividad comercial sin obstáculos", ha anunciado el ministerio de Comercio e Inversión en el marco de una iniciativa que busca impulsar la economía local y acabar con la adicción al petróleo del país. Entre las medidas, figura, además, el registro electrónico de la compañía.
"La mujeres podrán beneficiarse de los servicios electrónicos del Gobierno sin tener que demostrar el consentimiento de tutor", agrega el ministerio en su página web. Hasta la fecha las súbditas saudíes no podían registrar su empresa ante un notario sin contar con el plácet de un 'mahram', (tutor varón) ya fuera progenitor, cónyuge, hermano o incluso vástago. El anuncio debilita la figura del guardián que ha suscitado críticas y protestas de la población femenina.
El avance coincide con los objetivos de Visión 2030, un ambicioso plan de reformas impulsado por el príncipe heredero y ministro de Defensa Mohamed bin Salman, de 32 años. El acceso al mercado laboral de las mujeres es uno de los objetivos del programa, que busca reducir así la necesidad de mano de obra extranjera. La tasa de empleo femenino actual ronda el 20% y el propósito es elevarla hasta el 30% en 2030.
El fomento de las iniciativas empresariales de las saudíes se produce en unos meses jalonados de cambios. En diciembre se celebró el primer concierto de una mujer en Riad y a principios de este año, las saudíes pudieron asistir por vez primera a un estadio para presenciar un partido de fútbol. El próximo junio se levantará la prohibición de conducir alimentando el mercado de compra de vehículos y disminuyendo la cifra de conductores extranjeros que hasta ahora ofrecían el servicio a las féminas.
En los últimos meses las saudíes han sido testigo de nuevas ofertas laborales. La semana pasada la oficina del fiscal general saudí anunció que contrataría por primera vez a investigadoras. El departamento de pasaportes del reino, por su parte, ha recibido 107.000 solicitudes para cubrir 140 puestos femeninos en aeropuertos y puestos fronterizos.
En 2011 el Estado reconoció a la población femenina el derecho a votar y presentarse en los comicios municipales. Dos años más tarde, incluyó a 30 súbditas en la la Shura, un consejo designado directamente por el monarca cuya función básica es estudiar las políticas gubernamentales y elevar propuestas de enmienda al Consejo de Ministros. Y levantó la prohibición para que las saudíes pudieran pasear en motocicleta o bicicleta por zonas restringidas, siempre y cuando, fueran acompañadas del tutor.

A pesar de los progresos, las saudíes siguen enfrentándose a una ubicua discriminación. No pueden viajar al extranjero, someterse a una intervención quirúrgica, casarse, alquilar un apartamento, matricular a sus hijos en un colegio, abrir una cuenta bancaria, deambular por la calle o viajar sin el permiso de un 'mahram'. El país ocupa el antepenúltimo puesto en el índice mundial de desigualdad de género de las Naciones Unidas.

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