lunes, 7 de mayo de 2018

EL FINAL DE ETA. 2

EL PAÍS ESPAÑA
Mónica Cebeiro Belaza

ETA Y EL COCHE BOMBA: LOS ATENTADOS MÁS SANGRIENTOS

Hipercor, la casa cuartel de Zaragoza, República Dominicana: a mediados de los 80 la organización terrorista trató de doblegar al Estado con decenas de muertos sobre la mesa.


Un agente de la Guardia Civil ensangrentado lleva en brazos a una niña herida en el atentado contra la Casa Cuartel de Vic. 
beatriz Sánchez Seco cumplía cinco años ese día. Una gran tarta aguardaba en la nevera, lista para la celebración. Llevaba tan solo cinco meses en Zaragoza, donde habían trasladado a su padre. Tenían una vivienda en la ciudad, pero los conductores de la Guardia Civil, como él, estaban obligados a vivir en la casa cuartel. Así que allí le acompañaron todos: su madre, su hermano mayor y ella. Beatriz dormía junto a la puerta de la habitación que compartía con su hermano; él, de 11 años, tenía la cama junto a la ventana..

A las 6.13 de la mañana del 11 de diciembre de 1987, los cristales saltaron por los aires. Había explotado junto al cuartel un Renault 18 con 250 kilos de amonal. “Mis recuerdos son poco precisos”, relata Beatriz, 30 años después. “Me vienen imágenes del techo, la puerta, mi hermano escondido debajo de la cama, mi padre sacándonos de allí por unas escaleras llenas de polvo, cosas destrozadas... y angustia, mucha angustia”. Su tarta de cumpleaños reventó, al igual que el frigorífico. Sus padres no murieron porque se habían cambiado de cuarto gracias a que una vecina cosía con máquina y se oía mucho, pero la que tendría que haber sido su habitación quedó hecha escombros.
Fuera, el escenario era apocalíptico. Cadáveres sepultados, gente gritando, viviendas destrozadas. La explosión acabó con la vida de 11 personas, seis de ellos menores de edad que dormían plácidamente en sus camas cuando sucedió todo. ETA mató a dos gemelas de tres años, Esther y Miriam Barrera; a Silvia Pino, una niña de siete; a Silvia Ballarín, de 6; a Rocío Capilla, de 12; y a Ángel Alcaraz, de 17. Otro chiquillo, Emilio José Capilla, de 9 años, sobrevivió pero se quedó solo en el mundo: murieron su madre, su padre y su única hermana. Otros salvaron la vida de milagro. En la casa cuartel residían unas 40 familias (180 personas) y algunas decenas de estudiantes en la residencia que alojaba el edificio.
Casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza después del atentado del 11 de diciembre de 1987. 
Casi 90 personas más resultaron ese día heridas de distinta gravedad. La banda terrorista había decidido dar un salto cualitativo en su estrategiay masacrar a familias enteras utilizando coches bomba con los que llevaba ensayando desde hacía dos años. Entre 1986 y 1987 ETA provocó sus tres mayores matanzas, que incluyeron mujeres embarazadas y niños pequeños. República Dominicana, en Madrid; Hipercor, en Barcelona; y la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza se convirtieron en símbolo de la barbarie terrorista mientras la banda pretendía sumar puntos para coaccionar al Gobierno dentro del marco de las conversaciones previas a las negociaciones de Argel. Era la primera vez que atentaba de forma indiscriminada no solo contra los guardias civiles sino contra sus familias. Seis meses antes lo había hecho en un centro comercial, Hipercor, donde solo mató civiles.
El primer paso de su mortífera estrategia había comenzado antes, en el otoño de 1985. Los autores: el comando Madrid liderado por José Ignacio de Juana Chaos.

Ensayo del horror

Atentado contra un microbús de la Guardia Civil en la plaza de la República Argentina (Madrid) el 9 de septiembre de 1985. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario